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miércoles, 17 de julio de 2013

Cómo funciona Reiki?


Los científicos modernos han analizado el mundo con un grado increíble de sofisticación. El mundo material está dividido en partículas cada vez más pequeñas y, al final, lo que encontramos son ondas de energía (cuantos). Descubrimos la verdad simple de que la energía precede a la materia, así como las emociones y pensamientos preceden a la acción.


Esa visión del mundo, nueva en Occidente, antiquísima en el Oriente, propone que todo lo que existe es energía. La energía es la realidad básica que se condensa, se equilibra y forma la materia.

En una persona sana, la energía atraviesa libremente por nuestro cuerpo físico, fluyendo por “caminos”: chakras, meridianos energéticos y nadis.

También rodea al campo energético, al cual denominamos aura. Esa fuerza energética nutre nuestros órganos y células, y regula las funciones vitales; cuando se bloquea esa energía y se interrumpe la circulación de esa energía, ocurre una disfunción en los órganos y tejidos de nuestro cuerpo.

En virtud de excesos físicos, emocionales, mentales y espirituales, liberamos energías, y esas liberaciones generan “nudos energéticos” o “bloqueos energéticos” que interrumpen o impiden el flujo normal de la energía vital, originando una disfunción en los órganos y tejidos del cuerpo, lo que, en consecuencia, causa la enfermedad, en razón del funcionamiento deficiente o el mal funcionamiento de los órganos y de las glándulas.

La técnica Reiki utiliza la energía total, de la cual está constituido todo el universo; es esa energía original de todo y de todos los seres la que captamos y canalizamos tras la iniciación (sintonización) y activación de los centros energéticos (chakras).

Después de estar sintonizados, pasamos a ser canales de esta energía cósmica, pudiendo así dirigirla colocando las manos sobre la zona afectada.

Las manos emiten vibraciones que disuelven los nudos perjudiciales. De este modo, llegamos a intervenir efectivamente en la materia, en otros campos de energía y en la conciencia, lo que conduce a un estado natural de bienestar, plenitud, armonía y equilibrio.

El Reiki sana al pasar a través de la parte afectada de nuestro campo energético, elevando el nivel vibratorio dentro y fuera de nuestro cuerpo físico, donde se alojan sentimientos y pensamientos en forma de nódulos energéticos, que actúan como barreras para nuestro flujo normal de energía vital; son muchos los que conviven con esas barreras a lo largo de toda una vida, reduciendo al mínimo su calidad de vida.

En una sesión de Reiki, la cantidad de energía recibida por el paciente está determinada por el propio paciente, toda vez que el terapeuta reikiano se limita a dirigir la energía y el proveedor (el Cosmos) la entrega de forma ilimitada.

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